martes, 11 de diciembre de 2012

El compartir el conocimiento es de vital importancia ya que a traves de ello podemos darnos cuenta de los alcances que tienen nuestros conocimientos y ademas el poder seguir retroalimentando dicho proceso.

Compartir conocimiento 
Jordi Adell menciona que los talentos y el conocimiento aunado a nuestra capacidad creadora es algo que debemos compartir “juntos”.

Las escuelas no son islas sino nodos de red.
El potencial de comunicar nuestras ideas hacen que estas se difundan y que cada que se trasmiten se logre que el otro vuelva a crear aspectos que a su vez comparte y sugiere incluso el uso de una wikipedia con todas las atribuciones de una red docente dirigida a alumnos, con todos los beneficios que eso conlleva. 

El conocimiento es un bien público, un derecho.
Adell dice que el conocimiento es un elemento que se debe compartir como un beneficio social, que todos tenemos como derecho el comunicar los conocimientos y lo que diseñamos con nuestro propio talento convirtiéndose así en bien público.

Las barreras para el cambio no son tecnológicas sino actitudinales.
Creo firmemente que el conocimiento es algo que nadie nos quita pero que sin embargo es algo que no adquirimos sin un estimulo o una buena actitud en lo que hacemos, logramos que las barreras sean retos y no impedimentos, el determinante de toda conducta es la voluntad.

No sólo somos consumidores o usuarios; todos somos creadores.
Adell da la pauta para saber que el manejo propio de nuestro talento y lo que generamos gracias a ello representan la oportunidad para comunicarnos y a cambio re-aprender relacionandonos con un entorno que valora la creación y que no la negocia, sino que la engrandece.

Compartir no basta; construir juntos humaniza.
Es un punto de vital importancia el que compartamos y construyamos juntos un conocimiento, es decir, crear y beneficiarse en una multiplicidad que por sí misma engrandece al hombre.

¿Cuál es el espíritu con el que se construye el software libre?
Es el beneficio colectivo que resulta en un intercambio ideático y de conocimiento en algunos casos, en donde las capacidades y habilidades humanas sólo se convierten en utilitarias en la medida en la que se comparten respetando el derecho propio de crear y al mismo tiempo, tomando en cuenta el derecho de accesar a esos talentos compartidos.

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